Septiembre.
- csb
- 19 may 2016
- 2 Min. de lectura
De repente ya es septiembre... hace un año pudiste declarar haber encontrado una minita de felicidad pero ahora, en cambio, tienes libertad.
Ahora llegas a casa de tus amigos y te reciben con festejo diciendo "¿Qué pedo? ¡Qué milagro!, despertó el muerto", mientras das la razón y dices "ya sé, güey", olvidando que eras feliz mientras hacías nada al lado de ella, comiendo pizza y viendo series todo el fin de semana. Puedes tener 24 horas para dormir y jugar videojuegos sin parar por interrupciones de alguien que te quiere ver, ¿qué más puedes pedir? Ya no te pasa por la mente esos viajes comprometidos para conocer la casa de la familia de ella, ni recuerdas que ella lo hizo también por ti. Ahora, también, puedes comer a la hora que sea y con quien sea, es más, puedes no comer si quieres sin problemas de que alguien te intente cocinar algo rico, o tu platillo favorito sólo para consentirte y hacerte un poquito feliz con eso.
La realidad es que puedes comprar las toneladas de comida que tú quieras, en donde tú quieras, pero siempre tenía que joder con "¿ya comiste?, ¿comemos juntos?".
¡Eres libre! Libre de quedarte los 365 días del año cotorreando con los de tu banda después del ensayo, festejar y embriagarte sin que nadie te haga pasártela mal porque sea su aniversario y quiera estar contigo... de hueva.
Puedes estar seguro que ya no estará nadie contando con tu apoyo incondicional y pensar en que puedes fallar y te hagan un drama, al fin de cuentas apenas y puedes con tus propios demonios como para poder soportar a otros.
Eres libre de quedarte en casa de cualquier chica sin lastimar o herir los sentimientos, sin compromiso de culpabilidad, es más... eres feliz teniendo esa libertad, ahora que lo piensas así.
Nadie te está esperando saliendo de trabajar para salir a tomar un café o ir al cine, no tienes porque hacer cosas que no quieres hacer.
Ahora puedes tener sexo única y exclusivamente cuando tú quieras, sin tener que complacer a alguien cuando te lo pida, porque... ya no estás con esa persona.
Y entonces regresas a una fiesta, y te preguntan: "¿Y ella, dónde está? me encanta verlos juntos y ver cuánto te quiere... ¿cuánto llevan?", al parecer en tu memoria hay un vago recuerdo que todo eso no te molestaba tanto, y que fuiste feliz en algún momento y que por algún motivo el ciclo terminó, pero no contestas "ya sé, güey", como cuando tus amigos te festejan por ser nuevamente soltero, ahora sólo te quedas pensativo y no sabes que decir. Tal vez la extrañas, tal vez no.
Es septiembre otra vez...
¿Y ella?
Comentarios